jueves, 13 de septiembre de 2012

LA TESTOSTERONA Y EL ENTRENAMIENTO

LA TESTOSTERONA Y EL ENTRENAMIENTO






La principal acción de la testosterona es estimular la espermatogénesis, es decir, crear

espermatozoide en los testículos.
Las acciones de la testosterona en el músculo son:

a- Acción directa: La testosterona estimula por una parte los factores nerviosos, estimulando el aumento de la acción de los receptores de los neurotransmisores, y por otra parte, las fibras tipo II, transformándolas hacia fibras tipo II b o IIx, más fuertes, menos resistentes y con mayor capacidad glucolítica. (Bieish, 1984).

b-Acción indirecta: La testosterona estimula la liberación de la GH y de sometomedina, las cuales estimulan síntesis de proteínas y los procesos de reparación. Por consiguiente, el gran efecto sobre el aumento de la síntesis proteica por parte de la testosterona no sólo es debido a su acción directa, sino que sobre todo, se debe a que potencia las acciones de la GH y la somatomedina. La mayor emisión se da ante intensidades pesadas, sobre los 85% del RM, o entre 6 y 1 repetición y con ejercicios generales.

Los trabajos de gran volumen y extenuantes disminuyen los niveles de testosterona a veces por varios días, y esto tiene consecuencias graves para la supercompensación de proteínas afectando la recuperación del organismo.

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